sábado, 6 de junio de 2009

PROVIDENCIAS MINISTERIALES PARA EVITAR JÓVENES TIMORATOS.

A qué engañarnos, señores: todos sabemos que la pubertad es un estado hormonal que procura relajación, mesura y autocontrol al individuo que por ella transita. Luego, a medida que se sale de tan apacible edad, nos volvemos atolondrados y casquivanos. Y no digamos en la vejez: cuando se alcanza, la persona experimenta toda suerte de disturbios y ajetreos por todo el cuerpo; la conducta se hace imprevisible e impulsiva, precipitándose el viejo, muchas veces, a una muerte prematura. ¡Cuántos ancianos sin control al volante! ¡Cuántos ancianos enjundiosos tras las mieles del sexo!

Teniendo en cuenta tales cosas, las ministras de sanidad e igualdad nos han anunciado lo de la píldora del día “después” (lo entrecomillo pues es expresión errónea que ya explicaré en otra ocasión). Sí, todos lo sabemos: los jóvenes, si de algo pecan, es de mesura y contención, sobre todo en asuntos de entrepierna. Ah, cuán timoratos se muestran los chavales en estos menesteres. Hay que animarlos a que flirteen y se lancen a conocer a fondo al sexo opuesto. Hay que alentarlos a que experimenten con sus atributos sexuales sin las prevenciones y miedos a que ellos acostumbran. Cuántos padres se ven obligados a decirle al joven hijo que afloje las mordazas impuestas al deseo y las mortificantes cautelas. “Vamos, hija, si ya llevas dos semanas saliendo con este chaval. Es bueno, cariño, no se merece que todavía quieras yacer con él haciendo uso del condón. Daros un gusto, mujer.” A menudo, ni siquiera estas exhortaciones paternas a la liberación carnal surten efecto, siendo que los jóvenes, para preocupación de los atribulados padres, acostumbran a quedrse en casa el fin de semana, jugando al ajedrez, pintando al óleo, oyendo a Mozart y demás desvaríos por el estilo. Se olvidan del deber que tienen de dar satisfacción al cuerpo, de entregarse al novio y la novia (amigo-a, quiero decir) sin tapujos o estorbos profilácticos, de empinar el codo para olvidar las penas y de fumar para hacerse mayor.

Nuestras ministras de sanidad e igualdad conocen todo esto. Están al tanto de que nuestros jóvenes (o los de todo el mundo) andan sobrados de responsabilidad, juicio y honestidad (en el sentido recto de pudor y decencia). Lo mejor es aligerarles las cargas de la conciencia. ¿Cómo hacer para que los jóvenes se olviden del ajedrez y de Mozart y se entreguen, como deben, a los placeres de la carne? Nuestras ministras han ideado un plan de tres providencias.

Primera providencia para evitar jóvenes timoratos: “No corones rollos con bombo”. Es decir: tomad precauciones, jovencitos, pero gozad del sexo. Es una medida más dirigida a ellos, claro.

Segunda providencia (para las nenas abrumadas por la responsabilidad): “Si acaso se rompió la gomita de tu chico, ve a la farmacia y pide la píldora del día después. Nadie te preguntará la edad que tienes”.

Tercera providencia: “¿Te ha fallado la gomita, se te olvidó lo de la píldora, no te funcionó ésta? No pasa nada, no te angusties, guíate hasta un hospital y pídele al médico de turno que te saque el “no ser humano” que llevas dentro. Ah, y no se lo digas a tus papás si no quieres, que ya sabemos que eres muy mayor con dieciséis añazos. Pues de la misma manera que sin autorización paterna te puedes “poner tetas”, también te puedes quitar el bicho de la barriga.”

Y todos contentos: los papás, tranquilos, confiados con el proceder de sus retoños. Y con la serenidad que da saber que si su niña aborta, ellos no se enterarán. El amigo o novio, también contento con su papel de mero dador de placer, o de padre por exclusiva decisión de la niña. Y la niña ya ni digamos, sabedora de que podrá tomar decisiones que afectarán directamente a terceros, satisfecha de poder burlar el celo paterno con la ley de su parte, dueña y señora de su cuerpo y del futuro de aquél con quien voluntariamente retozó, contando siempre con el aplauso y beneplácito de nuestras ministras de sanidad e igualdad (o “igual da”, que da lo mismo).

Saludos.

39 comentarios:

  1. En primer lugar, me alegro mucho de tu vuelta. Ya se echaba de menos un artículo de los que como siempre hacen reflexionar un rato.
    Por supuesto este no es menos, y como siempre daría para largo discutir del tema expuesto.
    Yo soy de los que piensan, que un gobierno (que no es más que un conjunto de personas con capacidad y poder para tomar decisiones que afectan a otros) no solo debe gobernar para ganar las elecciones, sino que tiene que tener una visión clara de a dónde quiere llevar a la sociedad. ¿Este gobierno tiene tal visión? En el caso de que la tenga (cosa discutible) esta visión de la sociedad no sería más que llevarla a una banalización total, en todos los sentidos. Banalización del sexo, banalización de las drogas, banalización de la familia, banalización de las relaciones, banalización de la vida, al fin y al cabo (no pueden entenderse de otra manera las trsitemente famosas palabras de "un feto humano es un ser vivo, pero no una vida humana").
    Si en las frases anteriores cambiamos la palabra "banalización" por "relativismo", no habría mucha diferencia. Y como siempre, llegamos al núcleo ideológico de todas estas ideas. Hay que tocar tierra firme para llevar a la sociedad a algún sitio. Si no, todo será un deambular sin rumbo.

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  2. Gracias, cambiosocialya. Pienso como tú: la relativización de todo conduce a la banalización. Y esto es muy grave. La raíz del relativismo es el positivismo lógico que, en un lio monumental de conceptos, arriba en el escepticismo más radical. En una duda sistemática que, para el movimiento progre, le parece el colmo de la tolerancia y el espíritu liberador. No conceder a nada un valor absoluto es para la progresía política un signo inequívoco de mentalidad abierta, racional y talante anti-absolutista. Falso: la duda extrema (el escepticismo filosófico) es ridícula, irracional y una soberana impostura.

    La "racionalidad" de los relativistas queda muy patente en esa contradicción consistente en despotricar todos los dias contra la idea de un ser superior y, al tiempo, plantearse la polibilidad de que estemos gobernados por el geniecillo de Descartes. ¿Y qué es el geniecillo o diablo de Descartes sino un ser superior que domina la mente (del solipsista) a placer? Semejante despropósito sólo puede ser mantenido por quienes andan flojos de meninges.

    Pero el resultado final, cambiosocialya, es el que ves. No es un mero desvarío académico de cuatro pirados que juegan a filosofar sin tener ni idea de qué es una contradicción lógica, no. El problema del relativismo-escepticismo es que se traduce, al final, en las gilipolleces pseudoprogresistas de buena parte de la sociedad y de nuestros demagogos políticos. Lamentable.

    Saludos.

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  3. Y yo me sigo preguntando...¿es casualidad que una sociedad tan banal y relativizada, es a la vez la que más está sufriendo la crisis en Europa? A mi se me vienen a la cabeza muchas cosas...
    ¿Cómo es que la vivienda en España subió de precio hasta la estratosfera, cuando en otros países no lo hacía, o lo hacía considerablemente menos?. Si todo es relativo...¿qué precio tienen las cosas? Si todo depende del punto de vista...¿por qué un piso de 50 metros cuadrados no puede valer digamos, 1 millón de euros?...¿Es subjetivo, no?...luego dependerá de cada uno, darle un valor u otro...
    Las burbujas económicas son todas relativistas, eso lo tengo claro.

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  4. Me ha encantado tu exposición,creo que no se tiene en cuenta a estos niños y niñas, en un mañana.Sus actuaciones de hoy van a ser de vital importancia en su yo del mañana, en su realización como adultos, como padres.Creo que aunque se tienda a la banalización,al final el hombre siempre despierta a una conciencia de vida,y a veces resulta demasiado tarde.

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  6. Sí, cambiosocialya, es posible que las ideas relativistas estén detrás de cualquier desvarío en la política de viviendas que aquí se ha practicado. El mundo del arte moderno es, desde luego, un ejemplo inequívoco de banalidad y frivolidad. Si una birria de cuadro puede llegar a alcanzar precios celestiales en el mercado, es porque sus adquiridores se refocilan en la idea “liberadora” de que no contamos con una forma objetiva de conocer el valor (artístico, en este caso) de las cosas. Tasar una patochada en miles y miles de millones es, sin duda, una actividad subversiva (aunque es la subversión de los acomodados: una pose, una impostura más), emancipadora del orden natural o social de las cosas.

    Realmente, esto da para ser tratado en una entrada. Ignoro si hay una relación relativismo-“especulación inmobiliaria”, pero sí me parece que existe la relación relativismo-“especulación en el mundo del arte”, y en otras burbujas. Merece la pena meditarlo. Gracias.

    Gracias, M. Mercedes. Nada más justo y necesario que el feminismo de igualdad; pero nada más injusto y chapucero que el feminismo de “género”; para mí, feminismo degenerado. Muchos de nuestros niños y niñas están siendo criados en la frivolización emocional de la conducta. Se trata de cambiar las emociones respecto de determinados actos, de “normalizar”, como se dice ahora. Llevamos camino, por tanto, de ver “normal” que una niña de catorce años (o dieciséis, poco cambia la cosa) mantenga relaciones sexuales completas; “normal” que los padres no tengan derecho a enterarse de las andanzas sexuales de sus hijos o hijas; “normal” que los progenitores no tengan por qué saber qué clases de medicamentos se tomará su niña; “normal” que los padres no tengan derecho a saber si su hija pasará por un quirófano (para abortar); “normal” que los padres no tengan ni voz ni voto respecto de determinadas conductas de sus niñas; “normal” que los chicos con quienes yacen las chicas no sean más que títeres sin voz ni voto respecto del destino de la criatura que han engendrado; “normal” que empecemos a considerar como cosa sin ningún valor especial un feto humano; “normal” que niñas de diez y once años vayan vestidas y maquilladas como chicas mayores; “normal” una visión hedonista de todo lo que rodea al sexo, sin consideración de las emociones de la persona con quien se “hace el amor”, etc.

    Y esta ideología de la “normalización o naturalización” de todo esto calará, como bien dices, Mercedes, en la conciencia de estos niños de hoy, huérfanos por decreto ministerial y soberbia relativista. Esperemos que el futuro y el sentido común reparen tanta necedad pseudo-liberadora. Gracias.
    10 de junio de 2009 7:56

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  7. Como ya sabemos la ignorancia es muy atrevida, y solo hay que oír a determinados Ministros o Ministras para comprobarlo. Solo la incultura y el desconocimiento del alcance de sus propuestas puede llevar a decir determinadas cosas, como las que estamos oyendo últimamente, amén de vulgares. Hemos creado una sociedad del bienestar, pero de un frágil bienestar, en la que los jóvenes solo tienen que "preocuparse" de pasarlo bien. Cuando lleguen a adultos, ¿cómo seguirán sosteniendo esta sociedad? ¿Abrirán los ojos entonces? Se les ha dado los peces para que coman, pero no la caña para que aprenden a pescarlos por si solos. Un saludo a todos.

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  8. Me alegro de leerles de nuevo.

    He repetido a mis hijos durante años que si hay buena voluntad, casi no hacen falta leyes (o policía)y, por el cotrario, cuando no hay buena voluntad no hay ley (ni policia) que llegue.

    Me refiero a que considero la ley humana, como toda obra humana, incompleta, imperfecta... y, cuando no alcanza, recurrimos a la ley moral, a la conciencia y otros "salvavidas" de nivel superior a los que, en mi opinión, hemos descuidado demasiado.

    Pienso que el espíritu de ambas radica en la buena boluntad, entendida como la búsqueda incansable del BIEN (así, en absoluto).

    Creo que se pretende cubrir a golpe de ley el vacío interior de un ser humano carente o corto de principios y con una escala de valores equivocada. Necesitamos más Maestros (en el sentido magistral, no como simples profesionales de la enseñanza) y nos ahorraremos Policía.

    Además tengo la sensación (lucho contra ella, por principio, pero me tienta) de que el fin último de esas leyes no es el orden (social, que ya no moral) sino los votos.

    Percibo (seguramente me equivoco) un desenfoque en el planteamiento. Algo así como que puesto que se roba de todos modos, despenalicemos el robo, que deje de ser delito y habrá menos delincuentes. Bajemos el listón y todos superarán la prueba. Y ahora nos enfrascamos en discusiones de en qué supuestos es o no delito, bajo qué condiciones, etc. ¡Señores, el tema básico es el robo, no si lo castigamos o no!.

    Dedicamos demasiado tiempo a las ramas, a las consecuencias de la promiscuidad sexual, deseadas o no, cuando no se ha solucionado el problema básico que es la propia actividad sexual.

    Estamos dando por supuesto que el sexo es como respirar y eludimos la polémica de sexo si, sexo no, quien, con quien, cuando, bajo qué condiciones, con qué fin...

    Incluso más, transmitimos sin darnos cuenta la idea de que privarse de la actividad sexual es traumático, aberrante, insano... Un golpe de péndulo histórico más.

    Por otra parte, si participamos en una tirada de dados, hay un instante (cuando alguien dice "no va más" o cuando se lanzan al aire) en el que las cosas no tienen vuelta atras. Hay un antes y un despúés.

    En el tema de la procreación, mientras no se me demuestre lo contrario, entiendo que ese instante es el momento en que un óvulo es fecundado. A partir de ahí hay un nuevo ser. Se ha producido un cambio cualitativo. Ahora solo es cuestión de número de células, especialización de las mismas, desarrollo de funcionalidades... en fin, cambios cuantitativos graduales . Pero "no va más" a partir de ahí.

    Por ello entiendo que la píldora del día después es un método abortivo puesto que nadie puede garantizarme que no se haya producido ya la fecundación.

    Pienso que todo esto hay que hacerselo pensar a un joven antes de explicarle otro tipo de detalles bio-fisiológicos (necesarios importantes y convenientes tambien, por supuesto).

    Sin darnos cuenta (¿o si?) estamos delegando la responsabilidad de los jóvenes (y la nuestra) en manos del legislador. Quisiera que alguien me explicara qué queda del ser humano desprovisto del trinomio LIBERTAD-VOLUNTAD-RESPONSABILIDAD.

    Lamento no ser capaz de aportar un razonamiento estructurado que sirva de ayuda y, por contra, enriquecerme tanto yo leyéndoles.

    Gracias y saludos.

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  9. Gracias a V. Luz y Nikomallas por sus muy valiosos comentarios. A ver si tengo tiempo para contestar como es debido. Estoy tratando estos asuntos en otros blogs. Tengo la intención de verter aquí los argumentos allí expuestos.

    Cordiales saludos.

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  10. Gracias, Luz.
    Ya estamos muy cerca de la aceptación de casi cualquier sandez, como lo prueba la manifiesta incultura de bastantes de nuestros representantes políticos. Si una ministra tiene licencia para decir lo de “miembros y miembras” y, más recientemente, la vulgar expresión de “ponerse tetas”, ¿qué no licencia habrán de tener nuestros jóvenes? Es verdad, Luz, mucho pescado y poca caña. Así no puede ser.

    Sí, amigo Nicomallas, mal síntoma esto de que haya que legislarlo todo o casi todo. Eso indica que hay demasiada pluralidad de ideas y tendencias. Yo también he oído algo así como esto que dices: puesto que nuestros menores tienen relaciones completas y sin condón, veamos la cosa como lo más normal del mundo. Como muchas menores abortan, evitemos la discusión moral acerca del aborto. Y como bien dices: cuántos de nuestros jóvenes se ven presionados a copular para “estar en onda”.

    Y sí, nadie puede negar la evidencia de que, el momento de la concepción es crucial. Nueve meses después, si nadie lo impide, nacerá una criatura humana. Ni el embrión ni el feto de escasos días o semanas es, exactamente, un ser humano. Claro que no. Sin embargo, son la promesa preciosa de un ser humano. Una promesa que, salvo por razones extraordinarias, nadie tiene derecho a truncar. Eso es lo que creo, hasta que alguien me demuestre lo contrario.

    Cordiales saludos

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  11. Buenas. No estoy de acuerdo con lo que pone sobre los jóvens de hoy, los hay desde luego balas perdidas, pero otros son bastante responsables. Incluso a veces me sorprende la madurez de algunos, lo que ocurre es que sobresale más lo contrario, lo que resulta más escandaloso. Hace unas dos semans hubo un botellón cerca de mi casa por la despedida del curso, y puedo afirmar que allí no estaban todos los estudiantes, y algunos ya demasiado mayores, y ni siquiera estudiantes. No es justo generalizar. Sobre lo de las ministras, eso si, no tiene nombre.
    Para mi son peor las actitudes de algunos padres que las de los propios hijos. Pues anda y que no he estado yo en conversaciones, en las que los padres comentan que sus hijos con 18 años es que salen poco, que si no vienen borrachos, que si no tienen novia, como si eso fuera una gran preocupación o una rareza. Ante eso siento vergüenza ajena porque es que parece normal que eso ocurra, y aunque quizá haya un buen numero de adolescentes que lo hacen, no todos por fortuna.En lo del aborto le diré que a veces se da la circunstancia de que hay chicas que no quieren abortar, y son los padres los que más interés tienen en que lo haga, aunque quizá sea porque saben que les va a tocar a ellos la crianza, y por ello lo hacen. Tema espinoso.

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  12. Estimado Anónimo, gracias por su comentario.
    La verdad es que estoy bastante de acuerdo con usted. Por sentido común, no creo justo hablar mal de los jóvenes, o de los menores, pues lo que importa, en realidad, es examinar la educación que reciben de sus mayores: y ése es mi punto de mira. No me cansaré de repetir esta cuestión. Yo no creo que los jóvenes salgan hoy ni mejor ni peor que antes de sus madres, qué absurdo. Salen peor o mejor de sus casas, dependiendo de la educación que reciban. Eso, en la mayoría de los casos. También sabemos que hay chicos que salen díscolos muy a pesar de sus educadores. Por tanto, si he dado a entender otra cosa diferente a esto, lo lamento: no me habré explicado bien.

    Sobre lo del aborto, también de acuerdo. Hay padres que presionan muchísimo para no cargar con el nieto no deseado. A mi juicio, simplemente no obran bien. Aunque sólo fuese por una cuestión de salud mental de la hija: ésta podría contraer una depresión post-aborto. En este caso, esos padres creo que deberían ser cuestionados por ley, o reeducados, no lo sé. Pero es una cuestión, creo yo, diferente: los padres pueden aconsejar u obrar mal, o tomar decisiones erróneas (y los hijos, también los de 16, acertadas), de acuerdo, pero esto creo que no sería argumento para dejar a los menores –dependientes de sus padres- tomar decisiones del calado que aquí tratamos.

    Saludos.

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  13. Raus, soy la misma persona anónima que intervino con usted en el blog de Zamora, "a bordo del Otto...", a propósito de la responsabilidad paterna en los problemas de la educación actual, y sobre la bajada en el nivel de conocimientos que ha acarreado el actual sistema educativo. Quería contestarle mejor aquí, y decirle que para mí también fue un gran placer coincidir.

    He leido ahora todos sus últimos comentarios, y quiero decirle que son absolutamente lúcidos, no tenga ninguna duda de que la razón y la verdad están de su parte. La realidad la tenemos delante, y negarla es de necios. Además, tarde o temprano, les estallará en la cara (o nos estallará a todos, y así lo creo, pues solo se están poniendo parches). Discutir con malintencionados que niegan la realidad para no reconocer su responsabilidad y sus fracasos, ni los del sistema que pregonan, además con maldad y manipulación, es perder el tiempo, y a mí, al menos me perjudica hasta la salud. El que va de buena fé, intentando simplemente reflejar problemas reales, y aportar soluciones, y se encuentra con personas que intentan manipular la realidad con maldad, y demagogia barata, queda completamente desconcertado y desilusionado.

    Le agradezco sus opiniones y sus escritos, me indican que aún hay gente sincera que se preocupa de verdad por los demás, y por arreglar los problemas. Ese otro tipo de personas hipócritas que pululan por el mundo, que mienten y desprecian al sincero, y que tanto abundan, ya me he convencido de que es mejor obviarlas, en la vida y en la red. En general, sólo es conveniente decir la verdad si está uno con gente de plena confianza. La verdad sólo trae problemas, siempre fue así, y hoy mas aún.

    Comentarle también que aún nos queda el humor. De verdad que me he reido cuando un anónimo ha escrito mas o menos que el que los niños estén gordos es culpa de la guerra civil y de Franco. De las hambrunas de antaño salen gordos los bisnietos, no los hijos ni los nietos. ¡Dos o tres generaciones después! Lo de sacar a Franco a pasear ante cualquier problema en este país es una de las costumbres mas lamentables y arraigadas. Lo de sacar a Franco al respecto de los niños gordos es el mejor chiste de los últimos tiempos. Que razonamientos mas cutres, todos ellos, me seguiré riendo un mes. LA MEMORIA HISTÓRICA DE LA GORDURA, JAJA. Menos mal que nos queda el humor ante tanto absurdo malintencionado. Un saludo, Raus. Le seguiré leyendo por aquí.

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  14. Siguiendo con mi comentario anterior, sobre que lo que mas nos puede ayudar a sobrellevar esta situación es el humor, le dejo los siguientes enlaces de "el mundo today", un periódico con noticias inventadas que irónizan sobre la realidad. A mí me han hecho reir mucho.
    - Sobre el maquillaje que se pretende hacer de las cifras de fracaso escolar y disminución del nivel de conocimientos, negando la realidad:

    "El fracaso escolar lleva a sustituir a los alumnos por profesionales"

    http://www.elmundotoday.com/2009/06/el-fracaso-escolar-lleva-a-sustituir-a-los-alumnos-por-profesionales/

    - Sobre la falta de autoridad de los padres, que potencia la propia sociedad:

    "Detenida por obligar a su hijo a ponerse un jersey"

    http://www.elmundotoday.com/2009/06/detenida-por-obligar-a-su-hijo-a-ponerse-un-jersey/

    -Sobre la nefasta contribución de muchos modernos y progresistas psicopedagogos o psicólogos en los erróneos conceptos educativos actuales

    “Ningún adolescente es problemático si se le da dinero”

    http://www.elmundotoday.com/2009/02/ningun-adolescente-es-problematico/

    Un saludo.

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  15. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  16. Muchas gracias, Anónimo. Todo un placer. A ver si encuentro algún hueco y seguimos la conversación.
    Es increíble que uno pregunte si los padres son responsables de la salud de los hijos y reciba como contestación que eres franquista.

    Y sí, eso de la gordura de los bisnietos es como para troncharse.
    Lo dicho, amigo, un placer. Seguiremos leyéndonos.

    Un cordial saludo.

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  17. Estimado Anónimo de " A bordo del Otto...", por si le interesa, esté atento a la entrada en "A bordo del Otto..." en que discuto sobre educación, pues, próximamente (no sé exáctamente cuando) voy a colgar una larga contestación. Si lo desea (o cualquier otro lector, por supuesto), puede usted comunicarse conmigo para tratar estas cuestiones en mi correo paramhe@hotmail.es

    Creo que podríamos intercambiar material y opiniones.

    Me he reído mucho con los enlaces humorísticos que me dejó usted.

    Saludos.

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  18. Estimado Raus: descuide, que le seguiré con atención. Me extrañaba su silencio.
    Saludos

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  19. Estimado Anónimo, mi problema, como el de tantos, es el tiempo. Muy a menudo me veo obligado a interrumpir discusiones interesantes, o a descuidar mi mismo blog.
    Gracias, no obstante, por su reconfortante atención.
    Saludos.

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  20. Estimado Anónimo del Otto N., por fin he colgado la respuesta sobre educación. Espero que le guste. Disculpe la tardanza.

    Saludos.

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  21. ¿Podrías ser más concreto y decir al menos en que entrada del blog del Otto N. aparece tu intervención?. Porque no soy capaz de encontrarla,
    y a mi también me gustaría leerla, como siempre.

    Un saludo.

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  22. Bueno...la verdad...entraré al blog del barco solo para leer tu comentario, porque no sé por qué, el nivel de allí lo considero un poco rastrero, por decir algo suave. Ciertas entradas, no sé como calificarlas (de mal gusto por lo menos). No entiendo como este Jesús tiene la capacidad como pocos para sacarme de mis casillas.
    En fin, habrá que guardar la compostura.

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  23. Perdón, cambiosocial, llevas razón. Tienes que ir "Entradas antiguas" y busca la que expone un estudio sobre crisis en vocaciones científicas.

    La última entrada de Zamora (la de cocinar la imagen en madera de Cristo) es de un mal gusto tremendo, tanto si es uno creyente como si no. Ante todo respeto. La figura de cristo en madera no es, meramente, un trozo de madera. Estoy seguro de que ningún positivo-relativista de éstos usaría la foto de su madre como papel higiénico. Somos seres simbólicos, todos sin excepción. A mí también me enfada tanta frivolidad, y más en personas que, por lo que se ve, tienen algún influjo y capacidad de llegar a bastante público. Lamentable.

    Un saludo.

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  24. Estimado Raus:
    soy la persona anónima que coincidió con usted en el blog del Otto N. Hoy he leido todos sus últimos comentarios y quiero felicitarle muy sinceramente. Suscribo palabra por palabra su intervención al completo. Aplicando como usted hace la buena fé, la racionalidad y la falta de prejuicios, que fácil parece todo. Con un poco de sinceridad, humildad sobre los errores del sistema, y buena voluntad como la suya, todo se arreglaría.

    Sin embargo, todo se enturbia aplicando como hacen otros ideologías políticas varias, psicopedagogías bonitas sobre el papel, pero baratas y ya fracasadas, aliñándolo todo con sus traumas del pasado, en lugar de un honrado sentido práctico y verdadera preocupación por el futuro de los niños y jóvenes.

    Por cierto, para todos los que quieran encontrar la magnífica intervención de Raus en el blog de Otto N. mas fácilmente, decir que he visto que a la derecha, debajo de donde dice: AQUÍ NO HAY PUBLICIDAD, SÓLO AUTOPROPAGANDA, pinchando en "¿Hay una crisis de vocaciones científicas?", se accede directamente.

    Pues me reitero, enhorabuena de nuevo y gracias por escribir algo tan constructivo, realista y sincero. Leyendo a gente como usted parece que aún queda alguna esperanza. Un saludo.

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  25. Muchas gracias a usted, Anónimo del Otto Neurath. Reconforta saber que hay personas como usted, con quienes se puede todavía hablar sin faltarle el respeto al sentido común, mirando la realidad a la cara, sin estorbos ideológicos y prejuicios políticos. Me gustó mucho lo que usted dijo en el Otto Neurath y no pude menos que unirme a la fiesta.

    Yo quiero creer que hay esperanza, estimado Anónimo. Los cambios sociales suelen ser lentos, porque las ideas no cambian de la noche a la mañana. Yo, por ejemplo, mantuve largas y arduas discusiones en el blog de Marina, del cual me retiré al final por diversas razones. Una de ellas fue –lo confieso- el asco y el cansancio. El cansancio infinito de ver cómo una y otra vez mis contertulios progres lanzaban acusaciones –o, peor, insinuaciones- sobre mis supuestas adhesiones políticas al régimen franquista. Triste ironía para mí, que lo sufrí en mis carnes y truncó el desarrollo normal de mi vida como estudiante. Agoté inútilmente el diccionario intentando explicar las diferencias entre respeto a la autoridad y miedo al autoritarismo, entre disciplina y entrenamiento militar, entre libertad y espontaneidad. Una y mil veces repetí la sencilla teoría de que la educación tiene que corregir los impulsos inadecuados del niño, empleando las sanciones oportunas (y los refuerzos), que los niños, cuando son pequeños, deben obedecer a sus mayores. ¿Algo más lógico y ceñido al sentido común que esto? Pues nada, todo fue en vano. Yo, para mis contertulios, seguí siendo el rancio fascista que cantaba las alabanzas del pasado régimen de una manera más o menos velada.

    Sin embargo –ironía tras ironía- el último libro que he leído de J.A. Marina (La recuperación de la autoridad) dice lo mismo que yo me cansé de clamar en el desierto: que el niño aprende a ser autónomo a través de la obediencia. Antes de ser autónomo debe ser heterónomo. Que la libertad no consiste en dejarse guiar por los impulsos y los instintos: así se guían los animales. Que la libertad es saber controlarlos, sujetarse, reflexionar, decir no al estímulo, hacer las cosas (trabajar, ayudar, cuidarse, cuidarnos…) porque sabemos que es nuestro deber… Que la autonomía se enseña y se aprende.

    Sigue...

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  26. Los guardianes del nuevo orden, los políticamente ultracorrectos, hacen bien su papel. Parecen ya incapaces de ver la extensa gama de grises que hay entre los extremos ideológicos en que siempre andamos sumidos. Ellos, que presumen de mente abierta y flexible, son incompetentes para comprender que hay una alternativa racional al modelo educativo anterior y el actual. Que no ha de ser aquello o esto, sino otra cosa totalmente diferente.

    Muchos de nuestros niños y jóvenes están abocados al fracaso en la vida. Nadie les ha enseñado a forjar el carácter, a templar las emociones, a sujetar las riendas del impulso. Quejumbrosos y llorones, no saben soportar las frustraciones inherentes a la vida. Y eso es terrible. Hace unos días se dijo en los telediarios: han aumentado en un 20% los delitos cometidos por niños de entre 11 y 14 años. ¿Tiene algo de raro? No, pues muchos de estos críos han sido “educados” en esa nefasta cultura de la permisividad que deja sin cincelar el carácter y la voluntad, las instancias mentales que nos permiten guiarnos con libertad y discernimiento. En este mismo blog dije hace unos días que es inútil que enseñemos valores éticos a nuestros niños si, al tiempo, no les enseñamos a templar el carácter, a sujetar sus impulsos. Yo puedo decirle al niño que robar es malo, pero si, por otro lado, lo malcrío y lo consiento, ¿sabrá dominarse cuando vea algo que le apetezca y su padre no se lo pueda conseguir? ¿Sabrá aguantarse ante los reclamos del escaparate, ante las tentaciones sexuales espurias, ante la comida sabrosa, ante las proteicas excitaciones del mundo social y material? Evidentemente no.

    Pero aquí estamos, estimado Anónimo, para vérnoslas con lo que hay. Para levantarnos una y mil veces, venciendo el cansancio, tratando de dar ejemplo del carácter que queremos transmitir a nuestros pobres jóvenes (dicho sin ironía lo de pobres), víctimas de una “educación” que los deja en alta mar, a merced de la tempestad de los impulsos más primitivos, perdidos en el proceloso oleaje de su propia intemperancia.
    Gracias de nuevo a usted. Espero que, de alguna u otra manera, sigamos cerca. Hay lucha para rato.

    Saludos.

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  27. En efecto. Acudimos a tiempos en los que la naturaleza del contrato social esta cambiando de forma radical; infames medios de comunicacion, politica y justicia real en continua accion pecaminosa, un entorno que no motiva para la adquision de altos valores.

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  28. Hola, Íñigo, bienvenido. Creo que lo que subyace al actual panorama es una idea equivocada de libertad, a la que se suman todos o casi todos los agentes educativos: padres, escuela, medios de comunicación, administración... Sin duda, son muchos los ámbitos de la vida que se están degradando. Y lo malo es que todas las voces críticas alzadas contra lo que está ocurriendo son acalladas o censuradas plantándoles la etiqueta de "franquista" o algo por el estilo. Todo lo que no sea bendecir el presente, es visto por muchos como un acto añoranza de tiempos pasados. En fin, ya veremos en qué acaba todo esto.

    Me he metido un rato en tu blog, Íñigo, y es interesante lo que he visto, pero me parece que, en general, no estoy preparado para comentar los artículos. Creo que mi formación académica no me lo permite. Leí en el blog "Otto Neurath" tu intervención contra la tesis de que no existe la causación (es lo que dijo Hume). Me gustó que alguien se alzara contra una tesis que parece concebida por la mente de un loco, aunque ese loco se llame Hume. Lo malo, Íñigo, es que, cuando un lego en filosofía, lee eso de que no hay razones para creer que la causación forme parte de la naturaleza, sale espantado, y con razón. Es normal que piense que la filosofía no vale para nada. En efecto, ¿de qué vale una tesis filosófica que niega la causación pero que, en la práctica, la reconoce? Ninguno de los positivistas (escépticos) se comporta en la vida real conforme a sus ridículas teorías. Ninguno se lanza por la ventana para demostrar que es una superstición creer que lanzarse al vacío sea la causa de un efecto nocivo para la salud. Todos ellos, en definitiva, se guían en la vida como cualquier hijo de vecino que no sepa nada de filosofía. Es decir, ese positivismo feroz simplemente no sirve de nada. Es tan inútil y anodino como ponerse un traje invisible. Lamentablemente, hay otras personas que se dejan atrapar por el lenguaje ampuloso que se gastan este tipo de filósofos de lo inútil. En fin, gracias por tu comentario, Íñigo.

    Saludos.

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  29. Siempre es un descubrimiento encontrar palabras y un discurso sensato, se terminan leyendo mas comodamente.

    No obstante tengo que indicarte que el positivismo no es escepticismo. El Positivismo es una corriente o escuela filosófica que afirma que el único conocimiento auténtico es el conocimiento científico. Mas sobre el tema:

    http://es.wikipedia.org/wiki/Positivismo

    Gracias por la bienvenida, saludos.

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  30. Bueno, sí, Íñigo, llevas razón en cuanto lo del positivismo. Pero yo me refiero al positivismo feroz, por llamarlo de alguna manera. Cuando se aplica con cierta desmesura, el resultado es el relativismo epistémico y el escepticismo. Si has seguido alguna de las discusiones en el Otto, verás que el positivismo se desliza fácilmente hacia el escepticismo. No digo que ello sea lógicamente necesario, pero sí un riesgo cuando no se hace una interpretación moderada del positivismo. La confianza ciega en el poder de la razón justifica la necesidad de que intervenga una visión positivista. De acuerdo. Pero el positivismo, cuando exagera su discurso, acaba por ser incapaz de establecer generalizaciones o inducciones. Dicho de otra manera: cercena los universales que, creo yo, nacen de la interacción entre la razón y la experiencia.
    Fíjate, Íñigo, cómo la crítica de Sokal a los relativistas epistémicos (Imposturas intelectuales) es una crítica a ese positivismo hiperbólico que degenera en escepticismo.

    Por tanto, digamos que mi crítica no es al positivismo, sino al positivismo que niega el papel de la razón. Igualmente soy crítico respecto del racionalismo que niega el papel de la experiencia. Ambas me parecen visiones que no hacen justicia a la realidad de nuestro conocimiento.

    En fin, podemos seguir hablando de éstas y otras cuestiones. Gracias.

    Saludos.

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  31. El positivismo señala que el unico conocimiento posible es el que surge de la aplicacion del metodo cientifico y la forma en que debe de interpretarse este exclusivo conocimiento. Un positivista que en un momento dado empieza a hacer aseveraciones acientificas o irracionales, deja de ser un positivista.

    Sobre el relativismo: La justicia y lo moral son aspectos diferentes de la existencia humana. Que tienen su explicacion neurologica, evolutiva y antropologica, bien. Pero ello no niega la vision de lo que esta bien y lo que esta mal, del mismo modo que el que estemos destinados a que un solomillo con patatas nos sea apetecible no invalida el juicio del gourmet acerca de lo rico o malo que este.

    Quiero decir con esto que el positivismo cientifico de por si en ningun modo justifica el relativismo moral, ni lo descalifica.

    Saludos

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  32. Hola, Íñigo. Bien, a ver si encuentro algo de tiempo y hago una entrada sobre la cuestión abierta, porque aquí, en ésta, no encaja bien.

    Saludos.

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  33. Hola Raus:
    soy el Anónimo del Otto Neurath. He advertido hoy que le ha contestado allí la señora Aloe. Como ya advirtió, mi actitud ante estos talibanes de lo políticamente correcto sigue siendo la de un espectador, y así me mantendré por mi salud mental y física. Eso sí, admiro a los que, como usted, buscan que aflore la verdad.

    En tiempos de Franco, era el pensamiento dominante católico, autoritario y machista aquel contra el que no se podía protestar. Hoy, son estos políticamente correctos el pensamiento dominante, impuesto de nuevo por la fuerza de las mentiras. Los herederos nuevos de aquella carcundia son los traumatizados por ella, que imponen por todas partes su pensamiento único y falseado, intentando deformar la realidad y esconder los fracasos de su pobre ideología formada "a la contra". Los que no sufrimos aquellos traumas pedimos a gritos que estos anticuados y amargados falsos "progresistas" desaparezcan, se muestren a las claras sus fracasos educativos y se cree un nuevo modelo que supere sus errores.

    Respecto al nuevo comentario, alguien que escribe: "los excesos de hoy son los mismos que los excesos de ayer: autoritarismo, clericalismo, sociedad jerárquica y desigual, machismo, asimetria de poder y de acceso a la información", no merece mi mas mínimo respeto. Una ceguera tan grande como para considerar los problemas de la sociedad actual idénticos a los del pasado merece lástima. ¿Cómo se puede mantener una mentalidad tan anticuada, desfasada y alejada de la realidad?

    ¿Autoritarismo, cuando un enorme porcentaje de profesores sufre maltrato en el aula por parte del alumnado? ¿Clericalismo, cuando a los profesores y a los alumnos los curas se la traen floja? (y hacen bien). ¿Qué tiene que ver la Iglesia o el machismo en todo este disparate educativo? No merecen mas comentarios semejantes estupideces salidas de una mente torturada por el pasado (muy muy pasado) y anclada completamente en él. Lo lamentable es que una serie de personas tan ignorantes sobre la realidad actual constituyan la opinión dominante. En fin, en todas las épocas predominan las mentiras interesadas de los necios. Sobre todo predominan las mentiras que intentan disimular sus fracasos. Y a los que admitimos la verdad y la miramos de frente siempre nos tocará callar y apechugar con los disparates de los atrevidos torpes.
    Un abrazo, Raus.

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  34. Estimado Anónimo, disculpe mi tardanza en contestar. La verdad es que no visito mucho mi propio blog. Gracias por sus palabras. Yo también empiezo a mirar por mi salud mental, y no sé si merece la pena discutir con personas fanáticas como esa mujer. Son tan gruesos los disparates que escribe que, como usted señala, no tendría mucho sentido replicar.

    Todo este desquiciamiento en la educación y en la política (política correcta) acabaremos pagándolo sin remedio. Lo que hoy día está pasando en hogares y aulas es, sencillamente, de locos. De locos en el sentido literal de la expresión. Un país donde el mando lo tienen los niños no puede menos que inspirar pena y espanto. Todo se confunde y todo se tergiversa. Todo se saca de quicio. En fin, un abrazo.

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  35. Efectivamente, la senora ha respondido.
    Yo tambien he tenido la tentacion de contestarle, pero es como decis, es inutil, es un dialogo de besugos porque es incapaz de ceder ni un milimetro ante ciertas evidencias.
    Es triste que demasiadas veces el dialogo no de ningun resultado.
    Por otro lado, tambien reclaman respuesta de Raus en esta entrada:

    http://abordodelottoneurath.blogspot.com/2009/08/como-el-sol-cuando-amanece-9.html

    En general yo ya no se que hacer con los del barco, cada vez me causa mas repugnancia su "capitan", que a ratos me parece ridiculo, luego un amargado, luego un cinico recalcitrante, un impresentable, un payaso...
    Asi que no le veo mucho sentido a comentar alli, si acaso por obtener respuesta de alguna gente valiosa que por alli pasa (aunque sean los menos).

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  36. La verdad es que yo entro en ese blog porque allí hay una excelente representación del pensamiento posmoderno, que es lo que, entiendo yo, nos debe interesar combatir. Son progres (como la señora desquiciada), políticamente correctos, relativistas morales (y epistémicos), ateos faltones (aunque ellos crean en el dios cartesiano), obcecados naturalistas, cientifistas metafísicos, provocadores y ofensivos (intolerantes)... Son la vanguardia del pensamiento irracional, rabiosamente actual. Por supuesto, no todos son así, faltaría más.

    Saludos.

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  37. De nuevo aquí el Anónimo del Otto Neurath. Sobre lo que comentan de ese blog, estoy de acuerdo. Sólo añadir que me parece un señor que pretende ir de provocador y sólo repite todos los clichés políticamente correctos que a todos nos tienen hastiados. Jamás critica nada que verdaderamente haga cambiar la sociedad actual, jamás se refiere a un problema real en el que tenga que "mojarse".

    Obviamente escribe con nombres y apellidos y por ello nunca se meterá en un problema, su papel es el del falso provocador que en verdad con su actitud perpetúa el sistema actual, sus absurdos y sus injusticias. Para mi, el del Otto es uno de los blogs mas conservadores que he visto.

    Su únicas críticas y rebeldías adolescentes siempre van contra la Iglesia Católica. Esto era muy rompedor y tenía algún mérito cuando la Iglesia tenía un poder social que no le correspondía (cuando Krahe hizo su video de tan mal gusto), pero hoy, pasarse el día criticando a la Iglesia es un divertimento adolescente, inmaduro y patético. Yo no me considero ya católica, no comparto estas creencias y sus argumentos vitales, pero respeto a las persona que las profesan, mientras a mí se me respete.
    Un saludo.

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  38. En todos lados vemos revanchismo, simplemente eso. Un “quítate tú que me ponga yo”. En educación, como ya sabemos de siete sobras, el autoritarismo de antaño ha sido sustituido por la permisividad y el libertinaje. En materia de religión, la severidad católica ha cedido el trono a un ateísmo militante cargado de odio. En cuestiones de moral se ha pasado de valores eternos e incuestionables a un relativismo de valores personales de quita y pon. En asuntos de hombres y mujeres, del machismo al hembrismo. Etc. Es como si estuviésemos condenados a vivir siempre en un extremo, como si fuésemos incapaces de quitarnos las máscaras de la intolerancia y ver la complejidad de la vida. Los intolerantes son siempre refractarios a la complejidad de las cosas. No la soportan. O es blanco o es negro.

    Sí, es verdad, lo de ese famoso barco es simple cháchara, y cháchara metafísica, ésa de que tanto se jactan de despreciar y combatir. La filosofía, la buena, debe servir, como usted dice, Anónimo, para cambiar el mundo a mejor, para denunciar críticamente las tonterías que en cada época medran sin remedio. Atacar hoy el catolicismo (o la creencia en Dios) es un mero pasatiempo infantil, es verdad. Se puede ser agnóstico o ateo, pero no en la manera en que esa gente lo es. La mala leche es la argamasa de la intolerancia, y ésta la argamasa de aquélla. Cuando empleamos la acritud y la brusquedad para responder al otro, ya nada o casi nada nos hará cambiar de opinión, pues nos hemos comprometido rabiosamente con nosotros mismos. La soberbia de ese señor es, me temo, la soberbia de esta época miscelánea que todo lo revuelve y confunde. Una época descreída, pletórica de chabacanería y podredumbre de espíritu cuya consigna es el selvático “sálvese quien pueda”. Aquí estamos, en el vórtice de la posmodernidad, viendo cómo una cohorte de pedantes y desocupados, reverenciados profesionales de la inutilidad, se carga la filosofía, la ética, el arte, la literatura, la ciencia… Sí, porque la duda sistemática, encumbrada por estos apóstoles del libertinaje, es la maquinaria pesada de la “deconstrucción”, como los mismos posmodernos gustan decir con su habitual engolamiento. Otros, a esa actividad de necios, no le llamamos “deconstrucción”, sino destrucción.

    Saludos.

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  39. No puedo decir más que esta respuesta suya roza la genialidad. Impresionante descripción. Después de leer tanto blog vacuo y superficial me ha impactado su lucidez. Enhorabuena.

    Anónimo

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