martes, 27 de abril de 2010

PARA EL FORO DE DESEDUCATIVOS

Una de las objeciones y recriminaciones más reiteradas e importantes de los defensores de la LOGSE es, en efecto, que nuestra intención es deshacernos de los alumnos de clases socioeconómicas bajas. Y es totalmente cierto que los alumnos revienta-clases no sólo proceden de familias y barrios pobres, ni tiene por qué ser así. Chavales insolentes que gustan desafiar al profesor los hay por todas partes. Muchos viene muy maleducados de familias “piji-progres”: adineradas y con buena posición, pero que, por ser tan “progresistas” han empleado con sus hijos unas prácticas educativas perniciosas, con total ausencia de autoridad paterna y ajenas al sentido común. El número de chicos con problemas de personalidad, e incluso con el “síndrome de emperador”, no sólo proceden de familias “desestructuradas” (vaya palabro”), sino, como digo, de familias con buenos recursos que aplican un igualitarismo pseudodemocrático al “educar” al hijo.
En mi opinión (insisto, en mi opinión; ignoro qué pensarán los demás coautores de Deseducativos y otros maestros y profesores), un buen profesor NO tiene por qué saber cortar dialécticamente a un alumno que lo insulta (o que insulta a otro alumno). Ni tampoco, más en concreto, saber ponerlo en ridículo. Si a estos “cortes” tienen que recurrir no pocos profesores es debido, precisamente, a que el profesorado no puede contar ni con la ayuda sistemática del centro ni, por supuesto, con los padres del chaval insolente (al menos por lo general).
El chaval que insulta al profesor o al alumno debería salir inmediatamente de clase. Cuando hay reiteración de insultos o mala conducta en general, los padres deberían saber sancionar al hijo, colaborar con el docente. Es decir, debería haber entendimiento entre profesores y padres en estas cuestiones (y otras). Pero, al menos, si la colaboración paterna no existe, el centro debería tener claro que el alumno insolente debe salir de clase ipso facto, porque ni aprende ni deja aprender y porque su conducta es indigna. Nuestro amigo Lozano Andaluz nos dijo que en otros países con buen sistema de enseñanza el docente sólo tenía que apretar un botón de debajo de la mesa para avisar de que un alumno debía salir fuera. Es decir, la mala educación reiterada debe tratarse fuera de clase. Eso es una medida correctora adecuada por varias razones. Una, muy importante, es que los demás alumnos no tienen por qué perder el tiempo de clase por culpa de un alumno maleducado, ni tienen por qué oír cosas poco agradables. Los problemas de indisciplina importantes no deben tratarse en la misma clase. Eso es como si un adulto se dedica a insultar a sus compañeros de trabajo y el jefe decide amonestarlo o apercibirlo en el mismo lugar. El resultado, entre otros, es que durante ese tiempo se para o ralentiza el trabajo porque todo el mundo está pendiente y expectante de qué dirá el trabajador y qué dirá el jefe; a veces con la curiosidad malsana de ver si el jefe sabe ponerse en su lugar o si el otro le gana la partida. Por otro lado, el profesor que corta al alumno puede quedar muy humanamente afectado del rifi rafe con el alumno, lo cual le perjudicará su concentración. O quizá se quede con el temor de que el alumno vuelva a las andadas, y esto lo dejará inquieto y nervioso.
Así pues, la necesidad de enfrentarse en clase a alumnos que insultan, molestan y sacan de quicio a todo el mundo:
- Supone un parón en la buena marcha de la clase. Pérdida de tiempo para todos.
- Posible (probable diría yo) expectación malsana de los alumnos por el desenlace y por ver si el alumno pone en entredicho la autoridad del profesor.
- El profesor se ve obligado a un “cuerpo a cuerpo” indigno de su profesión y cometido.
- Un alumno de 15 ó 16 años con largos años de chulería en su currículo podría no verse intimidado ni cortado por la intervención “cortante” del profesor, lo cual agravaría la cosa.
- El profesor, como humano que es, podría perder los papeles, en especial si tiene un mal día.
- Si el chaval quedase en ridículo o avergonzado, el profesor podría temer una futura venganza de aquél.
- El profesor podría desconcentrarse o quedar nervioso tras el encontronazo “dialéctico” con el alumno, lo cual repercutiría en la calidad de sus explicaciones.
- Los padres, incluso aunque fueran colaboradores, podrían quejarse de ese particular método correctivo. Etc., etc.
El drama de los profesores, quizá el mayor, es que se hallan en la más pura indefensión, que nadie los apoya. Los partes casi nunca sirven para nada. Un amigo maestro me dice que ya no hace partes, porque no sirven para nada en absoluto. Los métodos adecuados para tratar estos casos pasan por la expulsión inmediata de clase del alumno que insulta o agrede al profesor o a los alumnos, por las razones expuestas. La expulsión, huelga decirlo, será proporcional a la falta cometida.
Otra cosa, por supuesto, son las faltas de respeto leves, que, por ser tales, sí pueden ser tratadas en el mismo desarrollo de la clase. En fin, a este respecto me gustaría oír las opiniones de mis compañeros.

Saludos.

martes, 30 de marzo de 2010

domingo, 21 de marzo de 2010

MI ANCIANA MADRE HACIENDO GAZPACHO ANDALUZ



Todavía tengo que rectificar la cara. El carrillo derecho me salió demasiado ancho o grueso. Pero, como siempre, el tiempo es escaso.

EN EL PARQUE


Una imagen maternal. Esta vez hice una foto de un parque de Albacete y trabajé con ella. También es de los primeros que hice. Ahora le cambiaría mil cosas, pero lo dejo así porque me gusta ver mis progresos con el paso del tiempo.

sábado, 20 de marzo de 2010

DESDE LA VENTANA DEL DORMITORIO




Este cuadro lo hice hace unos meses. Es la vista que se puede contemplar desde mi habitación. Igualmente, está sin terminar. La minuciosidad de estos trabajos y mis muchas otras obligaciones me impiden rematarlos como quisiera.

UNA CALLE DE MI PUEBLO


Este que aquí ven es un encargo de una calle de mi pueblo. Todavía está sin terminar, pero ya le falta muy poco.
Saludos.

RINCÓN DE LA COCINA



Este es de los primeros que hice. Los bodegones los encuentro adecuados para aprender técnica. Te permiten disponer de los elementos como desees (los peroles no se suelen rebelar ni cansar de posar). Al principio empecé con el pastel. Bastantes de los mejores lo he podido vender.

Saludos.

jueves, 18 de marzo de 2010

MI FACETA DE PINTOR


Hola, amigos. Me presento en mi faceta de pintor. La foto es bastante mala, pero servirá, espero, para que se hagan una idea. Iré colocando mis pinturas de cuando en cuando. O quizá abra otro blog dedicado al arte. El presente cuadro armoniza con el título del blog. Es un homenaje, un brindis a la inteligencia, la cultura y la razón. No está terminado del todo, y ya veremos cuándolo puedo atacarle de nuevo. Espero que les guste.

sábado, 13 de marzo de 2010

MANIFIESTO POR UN CAMBIO EN NUESTROS SISTEMA DE ENSEÑANZA

Queridos amigos, la entrada que hoy aquí presento es, sin duda, la más importante que hasta la fecha he publicado. Les explico. Desde hace un tiempo, vengo participando como coautor en un blog sobre educación llamado “DESEDUCATIVOS”. Que no les confunda el nombre. Una vez dentro, hay entradas que explican y justifican por qué llamarse así. Deseducativos es un blog que cuenta con la participación y coautoría de un puñado de maestros y profesores hartos de la ineficacia del actual sistema de enseñanza. Hartos de la LOGSE, la LOE y, en general, de todas las leyes sobre educación vigentes, pues, como allí se explica con claridad en muchos artículos, esas leyes son la causa principal del actual desastre académico, del fracaso escolar y la galopante degradación intelectual y cultural de nuestros niños y jóvenes.

Les voy a pedir, amigos, que procuren despojarse de posibles juicios precipitados. Por muchos somos vistos, inevitablemente, como enemigos del progreso social, como carcas retrógrados que piden una vuelta al autoritarismo o la recuperación de las formas despóticas. Por muchos somos vistos como fachas nostálgicos de tiempos pasados. Y esto es falso. Es una acusación que gravitará sobre nuestras cabezas, lanzada por quienes, a falta de argumentos y en contra de la evidencia disponible, se acogen a la vía fácil de la difamación, la descalificación maquinal y el prejuicio. Nadie se confunda. Cada coautor tendrá las ideas políticas que tenga (y cada cual tiene derecho a ser este u otro color; yo intento ser incoloro), pero lo que nos une por encima de cualquier discrepancia, es la convicción de que nuestra escuela necesita un cambio radical si queremos establecer una enseñanza de calidad, necesaria para que este bendito país no esté condenado a la ignorancia y la crisis económica permanentes.

No me enrollo más. Les dejo a continuación con la lectura del manifiesto. El enlace a DESEDUCATIVOS es éste: http://deseducativos.com/

Y otros de interés:

http://www.petitiononline.com/mani7584/petition.html

http://manifiestomp.com/#comment-12

Lean, por favor, el manifiesto, y si se quedan con dudas, pues no deja de ser una apretada síntesis de nuestras ideas, lean también los lúcidos artículos publicados en el blog que lo respaldan y justifican. Lean y juzguen ustedes si las reivindicaciones y peticiones de ese manifiesto merecen su apoyo, divulgación y firma. Espero de corazón así lo juzguen.
Gracias y un abrazo a todos.


POR UN SISTEMA EDUCATIVO LIBRE, EFICAZ E INDEPENDIENTE

Cuando la soledad de un amplio colectivo de ciudadanos y la falta de representación política de sus argumentos impelen al desencanto y a la irritación, pero también a la sagacidad, es un deber inexcusable de la sociedad civil tomar la iniciativa y exigir que se tengan en cuenta sus reivindicaciones.
Sostenemos como incontrovertibles las siguientes evidencias: que el de los docentes es uno de los colectivos profesionales de España más desguarnecido, más irrepresentado, más desengañado, más enfadado y, en última instancia, más capacitado para denunciar el cúmulo de atropellos que se han ido cometiendo desde hace más de veinte años; que las diversas reformas educativas han fracasado estrepitosamente en todos sus planteamientos y han condenado a generaciones de estudiantes españoles a ser de las peor preparadas de la Unión Europea; que las circunstancias económicas de nuestro país obligan a dar, cuanto antes, un giro radical en la política educativa que han venido proponiendo hasta ahora los partidos políticos con representación parlamentaria, ya que, de no ser así, ninguna reforma logrará el objetivo -suponemos que sincero- de sacar a España de la grave crisis en la que se halla inmersa.
Por ello, y ante el anuncio de las negociaciones que el Ministerio de Educación está llevando a cabo con diferentes grupos políticos y con los principales sindicatos de la enseñanza, los abajo firmantes (maestros de Primaria, profesores de Secundaria y Bachillerato, profesores de Formación Profesional, profesores de Universidad, padres, madres y ciudadanos en general) nos vemos en la necesidad de exigir:
1.- Que el Pacto por la Educación incluya el criterio de los profesionales de la enseñanzaque están dando clase -y no sólo de quienes dicen ser sus representantes-, únicos expertos hasta el momento y principales conocedores de la realidad de las aulas españolas.
2.- Que el Pacto por la Educación se despoje de una vez por todas de la influencia de modas pedagógicas que no valoran el esfuerzo, la disciplina o la transmisión de conocimientos; limite las atribuciones de psicólogos y pedagogos, tanto en la administración como en los centros, a los fines estrictos de su adscripción, y se atenga exclusivamente a la realidad de unos estudiantes que necesitan con urgencia una formación en contenidos exigente para afrontar los retos del futuro.
3.- Que el Pacto por la Educación impida todo intento de manipulación ideológica de los planes de estudios, evite cualquier prejuicio partidista o electoralista, se atenga únicamente a los hechos, detecte los problemas más acuciantes y actúe en consecuencia, sin que se vea lastrado o condicionado por intereses espurios que nada tienen que ver con la enseñanza.
4.- Que el Pacto por la Educación no confunda, como se viene haciendo desde hace más de veinte años, la igualdad de oportunidades de una enseñanza obligatoria hasta los 16 años con la uniformidad de capacidades, y el derecho universal a una educación de calidad con la obligación de recibir unos mismos contenidos, exigencia que atenta contra los derechos individuales, niega que existan personas con distintas capacidades físicas e intelectuales o con perspectivas e intereses diversos, e impide que el Estado salvaguarde la legítima aspiración de los ciudadanos a promocionar socialmente.
5.- Que el Pacto por la Educación conciba una Enseñanza Infantil que no ignore que los niños de edades comprendidas entre los 0 y los 4 años han de pasar la mayor parte del tiempo con sus padres, aun cuando eso signifique que deban reconsiderarse las actuales normativas que rigen los permisos de maternidad y paternidad y los horarios laborales de los progenitores; que no eluda la responsabilidad de iniciar el aprendizaje de ciertas habilidades intelectuales cuando la capacidad o la inclinación de los alumnos así lo requieran; que no se entienda, en definitiva, como una etapa en la que sus profesionales han de quedar reducidos a ser simples nodrizas.
6.- Que el Pacto por la Educación considere la Enseñanza Primaria como el ciclo más importante en la formación del alumno, limite la promoción automática a los primeros años de la etapa, no desdeñe el rigor y la exigencia necesarios para afianzar tanto las habilidades primordiales en lectoescritura y cálculo matemático como los conocimientos básicos de otras disciplinas también esenciales, y no eluda la necesidad de plantear una Primaria hasta los 14 años. Pero que, sobre todo, haga de este periodo de aprendizaje el mejor momento para guiar al alumno en su futuro académico demandándole tenacidad, disciplina y esfuerzo, y detectando a tiempo y prestando una mayor atención a los problemas que puedan surgirle mediante una exigente labor de orientación -labor que sólo tiene sentido y es eficiente en esta etapa- que huya de la inútil burocracia actual y, principalmente, a través de programas de refuerzo dentro y fuera del aula.
7.- Que el Pacto por la Educación recapacite sobre la conveniencia de mantener, contra viento, marea y estadísticas adversas, la Enseñanza Secundaria, etapa que se ha revelado como uno de los mayores fracasos de las últimas reformas legales; que conciba, en su lugar, la creación de unBachillerato de 4 años de duración que recupere el valor del mérito académico acabando con la promoción automática y restablezca la especificidad que le da sentido y que lo define como la etapa preparatoria para los estudios superiores; que se atreva a abordar definitivamente una reforma de la Formación Profesional que convierta esta etapa en el motor más importante para transformar el modelo productivo de nuestro país, y que evite que se la continúe considerando una simple alternativa para aquellos que no pueden acceder al Bachillerato, otorgándole, para ello, 4 años de duración tras la Primaria, dotándola de medios y dignificando sus objetivos mediante el mérito y la excelencia.
8.- Que el Pacto por la Educación no condene a los alumnos que fracasan a la precariedad laboral y que incluya con carácter de urgencia, para ello, un tercer itinerario de Iniciación Profesional a los 14 años -de 2 años de duración- que armonice la presencia de las asignaturas instrumentales con una atención especial a materias exclusivamente prácticas, procurando así una cualificación profesional temprana y una salida laboral digna y suficiente como para no impedir la promoción social a la que todo ciudadano tiene derecho.
9.- Que el Pacto por la Educación plantee un sistema de conexión de los diferentes itinerarios salidos de la Enseñanza Primaria con racionalidad y sentido común, mediante cursos puente o exámenes de ingreso que huyan de la excesiva condescendencia que existe hoy día.
10.- Que el Pacto por la Educación evite la impostura de los actuales procedimientos de evaluación del sistema de enseñanza y plantee la urgente necesidad de unas reválidas estatales y vinculantes al final de cada etapa que hagan de los resultados el único y principal indicador fiable de la realidad de alumnado y profesorado.
11.- Que el Pacto por la Educación dignifique la figura del docente modificando, para ello, la actual estructura de los centros de enseñanza, facilite su labor rebajando el número de alumnos por aula, restablezca su autoridad devolviendo al claustro de profesores las competencias disciplinarias y restituya su autonomía confiriéndole la competencia para elegir a los directores y otorgando a los diferentes departamentos didácticos la libertad real para elaborar los planes de estudios.
12.- Que el Pacto por la Educación dignifique la figura del docente confiando a su único criterio las cuestiones derivadas de la enseñanza, despojándole de atribuciones ajenas a su cometido, acabando de una vez por todas con el absurdo sistema de promoción horizontal, incentivando su carrera mediante la búsqueda del estímulo académico y laboral, que, en todo caso, nada tiene que ver con los cursillos que actualmente organizan sindicatos y centros de profesores y recursos, dignificando el menoscabado Cuerpo de Catedráticos de Bachillerato y concibiendo un sistema de acceso a la función pública docente diferenciado para cada etapa educativa y basado exclusivamente en la excelencia.
13.- Que el Pacto por la Educación proponga por fin respuestas serias y contundentes a losgraves problemas que sufre la Universidad española, que recorte el número de universidades a fin de evitar la actual infradotación y la mediocridad a las que están expuestas, que reconduzca la vigente política de títulos a patrones de sensatez científica y económica, que racionalice los planes de estudios, que modifique los actuales modelos de gestión administrativa y emprenda una desburocratización en masa, que solucione los antimeritocráticos estándares de selección y de evaluación del profesorado, que reconsidere y adapte a la realidad de nuestro país los dudosos procesos que se han seguido para adoptar los nuevos requisitos de Bolonia, y que potencie programas de investigación con dotación suficiente evitando por ley la influencia política que hoy día impide o pone en entredicho, no sólo la eficiencia y la utilidad de éstos, sino el libre debate de ideas y, sobre todo, el concurso de toda disidencia crítica.

lunes, 22 de febrero de 2010

RELATIVISMO Y MERCADO

No deja de ser una hilarante ironía que el igualitarismo/relativismo, orgullo de la armada progresista, sea la caja de pandora de cualquier programa izquierdista serio. Pues, en realidad, el relativismo presta impagable servicio a la maquinaria del consumo desaforado. Si algo necesitaban los grandes mercaderes de este mundo es que el relativismo penetrara en las conciencias de la ciudadanía. El más caro trofeo para la posmodernidad es la conquista de la “libertad” política a través del igualitarismo (“Nadie hay por encima de mí”) y el relativismo (“mi opinión vale tanto como la de cualquiera”). En apariencia, el hombre posmoderno queda redimido de sujeciones espurias o subyugantes, libre de autoridades absolutistas. La posmodernidad es el gran momento de la subjetividad excarcelada. Es decir, de que cada cual organice su vida a su manera, ajeno a preceptos, normas y reglas mayoritarios, comunes o racionales. Han desaparecido, en efecto, las etiquetas, los protocolos, las prédicas ecuménicas sobre el bien y el mal, el gusto universal sobre lo bello y lo feo… Dicho de otra manera: se ha desvanecido el sentido común. ¿Merecen los excrementos de elefante mostrarse en las salas de arte? Hace unas décadas –pero ya bastantes- se hubiera dado una respuesta común: “No, qué ocurrencia, no lo merecen”. Hoy, como vemos, no está claro: unos dirán que sí y otros que no. ¿Está bien o mal mutilar el clítoris de una niña? Otrora, esta pregunta, hubiese recibido una respuesta unánime, común: eso está mal. Hoy, el relativismo imperante ha abierto el abanico de respuestas: “depende, quizá, para los de aquellas sociedades africanas sí…”

Y he aquí, en esta inopinada variedad de opiniones, en esta desaforada y demencial liberación de las subjetividades cautivas por el sentido común de la destronada modernidad, he aquí, digo, donde el mercado encuentra ocasión para diversificar sus productos hasta límites inimaginables. ¿Quién se iba a imaginar antes de semejante liberación que los excrementos pudieran llegar a ser objetos de arte sometidos a pública subasta? ¿Quién hubiera imaginado en los viejos tiempos del sentido común que llegaría el día en que los fabricantes de pantalones fabricaran, de ex profeso, pantalones raídos y rotos por cualquier parte? La desaparición del sentido común favorece la penetración y diversificación del mercado: ahora, cada persona/cliente merecerá una atención personalizada del vendedor, cada producto podrá ser “tuneado” a gusto del consumidor, la oferta de servicios será una combinación hecha y pensada a medida del comprador.

El relativismo, al fin, es el mejor aliado del mercado y el consumismo desaforado; y por más que las huestes de la progresía lo presenten en sociedad como el pináculo de las liberadoras conquistas políticas y sociales de la izquierda (piji-progre), lo cierto es que, a la postre, ese relativismo no es otra cosa que el más rendido fámulo del mercado.

El totalitarismo asoma el hocico tras la esquina. El triunfo de la subjetividad frente al sentido común aboca a un conflicto de anomia cuyo remate es el despotismo de los más fuertes, en el sentido más primitivo y brutal de la expresión.