miércoles, 25 de febrero de 2009

RELATIVISMO: ENEMIGO DE LA RAZÓN (1)



Hay algo común a todos los seres humanos, algo que nos iguala más allá de toda duda razonable; que nos permite reconocernos como miembros de una misma especie: el deseo de ser felices. Sí, ya conozco la cantinela de que cada cual entiende la felicidad a su manera, pero eso atañe más a lo accesorio que a la sustancia. Quizá no sepamos muy bien qué necesitamos exactamente para ser felices, pero sí sabemos claramente qué nos trunca nuestros más acariciados deseos. Ni queremos estar enfermos ni queremos que nadie nos maltrate. No queremos pasar frío, calor, hambre, miseria, calamidad. Nos aterroriza la muerte, natural o violenta… No queremos pasar miedo. Nos empavoriza el miedo.
Gracias a la necesidad universal de buscar la felicidad, hemos creado la ciencia y hemos inventado los derechos humanos. Ni la ciencia ni los derechos humanos son meros inventos, como algunos pseudo filósofos dicen por ahí. Nuestra universal búsqueda del bienestar (no sólo material) es el acicate del ingenio, la inteligencia y el talento. De la necesidad nació la razón. Ya sabíamos que el hambre nos hace listos, que la necesidad nos obliga a aguzar el ingenio. Hoy, cuando en gran parte de occidente tenemos cubiertas las necesidades orgánicas, (y ya veremos qué nos trae la actual crisis), observamos la proliferación ingente de enemigos de la razón. Vivimos -la mayoría de nosotros- en estados providentes que nos permiten ser irracionales y tontos, que nos permiten dar la espalda a la inteligencia pública: a la razón. Satisfecho el mondongo y todas las necesidades básicas, el hombre contemporáneo busca el confort espiritual, la ausencia total de miedo, dificultades, resistencias, angustia o dolor. Y, en la más tórpida de las regresiones, cree encontrarlo en regiones extrañas a la razón y la ciencia: en las supersticiones, en el tarot, en las sectas, en la religión, en las drogas…
Las amenazas a la razón provienen de rastrear las huellas de la felicidad en los refugios de la subjetividad y las “verdades” particulares, las “verdades” a la carta. La ciencia pierde atractivo porque, ahítos los sentidos, las ficciones falaces de la imaginación nos dejan vivir mentalmente en la fantasía. Pero antes o después la realidad volverá por sus fueros, poniendo las cosas en su sitio.
La superstición es la enemiga más inmediata de la razón: de la ciencia y los derechos universales; por tanto, enemiga de la felicidad. Pero ¿quién favorece la expansión de la superstición? El relativismo epistémico, ético y estético de la posmodernidad, pues da licencia a cada cual para que defienda su particular credo supersticioso. Y cuidado amigos, porque ese relativismo es hijo legítimo del positivismo lógico: una rama de la filosofía cuya máxima aspiración es -ironía suprema- la de combatir las creencias irracionales. Pues no: el positivismo lógico abre la espita al todo vale y, con ello, a la proteica irracionalidad.
Raus.

8 comentarios:

  1. Pues totalmente de acuerdo.
    Lo de que la felicidad es relativa, sin duda es otro invento del relativismo. Ya existen numerosos estudios que nos dicen que los seres humanos, independientemente de la cultura necesitamos de las mismas cosas para ser felices. Es increible que no se haya estudiado antes la felicidad desde el prisma científico. Al menos, empezamos a tener conclusiones, que nos pueden ser muy útiles a todos.

    Un saludo.

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  2. Gracias por tu comentario, Javier.

    Así es, javier. Y es precisamente ese deseo de ser felices lo que está detrás de lo que los relativistas llaman "inventos": los derechos humanos. Éstos son, si se quiere, un invento del ser humano, pero nacido de nuestra más profunda necesidad de gobernarnos socialmente por ellos. También es un invento la medicina, claro, pero, igualmente, macido del intenso deseo de librarnos, en lo posible, de la enfermedad, el dolor o la muerte. Algo muy sencillo que, sin embargo, todavía ignoran los ubicuos relativistas. Increíble.

    Saludos.

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  3. Ennhorabuena, Sr Raus.
    La felicidad, como el arco iris, siempre está más allá.
    La felicidad, como el Este, no está allí sino en esa dirección.
    No sabemos en qué consiste pero notamos donde la hay y donde no.
    No sabemos en qué dirección buscarla, pero reconocemos cuando es la correcta.
    Saludos y gracias por ayudar a pensar.

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  4. Ha sido por la coexistencia de varios códigos normativos reconocidos y aceptados por la sociedad actual, lo que ha llevado a algunas personas a concluir, precipitada y equivocadamente a pensar que todo es relativo en todos los terrenos, y que por tanto cualquier conducta está justificada y tiene el mismo valor desde un punto de vista ético.

    Pero la historia de la cultura demuestra que esto es falso, ya que todas las grandes doctrinas de la historia de la humanidad coinciden en tachar a algunas formas de conducta siempre como malas, y a otras siempre como buenas. El relativismo no tiene en cuenta, que hay acciones que siempre y unánimemente han sido consideradas malas, mientras otras han sido calificadas de buenas por todos los grandes sistemas morales de cualquier momento histórico.

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  5. Gracias, Anónimo, por sus palabras; muy amable. También a Carlos. Es un placer concordar en asuntos tan serios.
    Hace unos días vi un reportaje de las 2. El reportero entrevistaba a una india y a un indio (de la India) acerca de la extendida práctica cultural consistente en matar a recién nacidos del sexo femenino. La mujer describió varios métodos para matarlas: ahogarlas con una toalla, dejarlas morir de hambre, etc. El hombre indio dijo que su esposa y él habían recibido mucha presión de su familia para que mataran a su hija recién nacida, pero no lo hicieron: ambos -añadió- eran muy fuertes y se negaron en redondo. El hombre añadió que todas esas prácticas se llevaban con el máximo secreto en la sociedad india.
    Es decir:
    1. El hecho de que fuese una práctica cultural muy extendida no ahorraba sentimiento de culpa a los padres perpetradores.
    2. Ese infanticidio selectivo se comete con gran ocultamiento; síntoma inequívoco de sentimiento de culpa.
    3. Dicho infanticidio está considerado como algo malo también aquí, en una cultura muy distinta de la india.
    Estoy manteniendo conversaciones con un señor relativista. Dentro de un tiempo colgaré en este foro las conclusiones a las que haya llegado.

    Gracias por sus comentarios.

    Reciban un cordial saludo.

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  6. El culmen del relativismo pienso que es el "derecho universal al aborto o aborto universal". Pienso que en India son más ecuánimes o no sé cómo llamarlo, porque miran al bebé a los ojos, se enfrentan con su conciencia algo más que cuando aquí se aborta. Además será por razones demográficas, supongo.

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  7. Para ser feliz creo que es condición tener una escala de preferencias ordenada (Y ESE ORDEN CREO QUE ES UNIVERSAL).

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  8. Sí, Elvira, creo que esa escala es universal, aunque sólo en teoría. Una escala ordenada por la razón. Y si todos los seres humanos normales estamos dotados de razón, esa escala debe ser universal.
    Saludos.

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