martes, 24 de febrero de 2009

Breves razones de este blog.



Estimados amigos, deseo explicarles brevemente qué significa el título de este blog: “Las saetas de la luz”. Lo creo necesario porque quizá el lector pueda sentirse confundido. Un amigo me dijo que, tanto el concepto de “saetas,” como el de “luz”, tienen connotaciones religiosas bastante evidentes. Puede ser, pero aquí tienen un significado mucho menos transcendental, incluso contrario. Ese título podría ser sinónimo de esta expresión: “¡Cómo nos duele (saetas) la realidad (luz)!”. Hacemos lo posible por no mirarnos realmente al espejo, pues nos asusta la imagen que éste nos devuelve.
Como criaturas débiles, antojadizas y temerosas que somos, hemos buscado refugio en dogmas de fe, supersticiones, quimeras, promesas deleznables, eufemismos, tabúes, políticas correctas, filosofías licenciosas, evasivas drogas… Siempre estamos esquivando la mirada especular con los infinitos recursos del autoengaño.
Hoy la razón -nuestro bien más precioso y precario- está en peligro, pues el miedo, siempre insomne, es el rescoldo de la irracionalidad. Ah, pero en nuestra condición de criaturas menesterosas reside la posibilidad de la grandeza: la posibilidad de exigirnos, a despecho de nuestro temblor, lucidez y razón.

Raus.

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